Iglesia de los Hijos del Señor Jesús Cristo |
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Puntos
Bíblicos: 1
Entonces habló Jesús a la gente y a sus discípulos, diciendo: 2
En la cátedra de Moisés se sientan los escribas y los fariseos. 3
Así que, todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no
hagáis conforme a sus obras, porque dicen, y no hacen. 4
Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los
hombros de los hombres; pero ellos ni con un dedo quieren moverlas. 5
Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues
ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; 6
y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las
sinagogas, 7
y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí.
8
Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro
Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 9
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro
Padre, el que está en los cielos. 10
Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 11
El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo. 12
Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será
enaltecido. 8
Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro
Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. 10
Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. 1
No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2
Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se
os llevaba, a los ídolos mudos. 3
Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios
llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el
Espíritu Santo. 4
Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. 5
Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. 6
Y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en
todos, es el mismo. 7
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 8
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro,
palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9
a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el
mismo Espíritu. 10
A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de
espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación
de lenguas. 11
Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a
cada uno en particular como él quiere. 12
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los
miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también
Cristo. 13
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean
judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de
un mismo Espíritu. 14
Además, el cuerpo no es un solo miembro, sino muchos. 15
Si dijere el pie: Porque no soy mano, no soy del cuerpo, ¿por eso no será
del cuerpo? 16
Y si dijere la oreja: Porque no soy ojo, no soy del cuerpo, ¿por eso no
será del cuerpo? 17
Si todo el cuerpo fuese ojo, ¿dónde estaría el oído? Si todo fuese oído,
¿dónde estaría el olfato? 18
Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo,
como él quiso. 19
Porque si todos fueran un solo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo? 20
Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. 21
Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a
los pies: No tengo necesidad de vosotros. 22
Antes bien los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más
necesarios; 23
y a aquellos del cuerpo que nos parecen menos dignos, a éstos vestimos más
dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, se tratan con más
decoro. 24
Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero
Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, 25
para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se
preocupen los unos por los otros. 26
De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él,
y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. 27
Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en
particular. 28
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas,
lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan,
los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29
¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen
todos milagros? 30
¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan todos lenguas? ¿interpretan
todos? 31
Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más
excelente. 9
Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro
Padre, el que está en los cielos. 7
Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si
lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido? 5
no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de
nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios, 6
el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto, no de
la letra, sino del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu
vivifica. 2
Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo.
3
Pero si alguno ama a Dios, es conocido por él.
Bibliografía: Biblia Reina Valera 1960
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