Lucas
6:12-13
12 En
aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a
Dios.
13 Y
cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de
ellos, a los cuales también llamó apóstoles.
Juan
6:70-71
70 Jesús
les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno
de vosotros es diablo?
71 Hablaba
de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba
a entregar, y era uno de los doce.
Marcos
3:13-15
13 Después
subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a
él.
14 Y
estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos
a predicar,
15 y
que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar
fuera demonios:
Lucas
24:44-48
44 Y
les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con
vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está
escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los
salmos.
45 Entonces
les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las
Escrituras;
46 y
les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
47 y
que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de
pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
48 Y
vosotros sois testigos de estas cosas.
1 Pedro 5:1
1
Ruego a los ancianos que están entre vosotros, yo
anciano también con ellos, y testigo de los padecimientos de
Cristo, que soy también participante de la gloria que será
revelada:
Hechos 10:36-43
36 Dios
envió mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de
la paz por medio de Jesucristo; éste es Señor de todos.
37 Vosotros
sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde
Galilea, después del bautismo que predicó Juan:
38 cómo
Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret,
y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los
oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él.
39 Y
nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la
tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un
madero.
40 A
éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase;
41 no
a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de
antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que
resucitó de los muertos.
42 Y
nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es
el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
43 De
éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él
creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
Hechos 4:20
20 porque
no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.
Lucas 1:1-4
1 Puesto
que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las
cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,
2 tal
como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con
sus ojos, y fueron ministros de la palabra,
3 me
ha parecido también a mí, después de haber investigado con
diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por
orden, oh excelentísimo Teófilo,
4 para
que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido
instruido.
Hechos 1:1-3
1 En
el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas
que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
2 hasta
el día en que fue recibido arriba, después de haber dado
mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había
escogido;
3 a
quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con
muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta
días y hablándoles acerca del reino de Dios.
2 Pedro 1:16-21
16 Porque
no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor
Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo
visto con nuestros propios ojos su majestad.
17 Pues
cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada
desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo
amado, en el cual tengo complacencia.
18 Y
nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con
él en el monte santo.
19 Tenemos
también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien
en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar
oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana
salga en vuestros corazones;
20 entendiendo
primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
interpretación privada,
21 porque
nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los
santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el
Espíritu Santo.
1 Corintios 11:23
23 Porque
yo recibí del Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor
Jesús, la noche que fue entregado, tomó pan;
Efesios 6:18-20
18 orando
en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y
velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los
santos;
19 y
por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para
dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio,
20 por
el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él,
como debo hablar.
Gálatas 1:11-12
11 Mas
os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no
es según hombre;
12 pues
yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por
revelación de Jesucristo.
Hechos 1:8
8 pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 4:33
33 Y
con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección
del Señor Jesús, y abundante gracia era sobre todos ellos.
Hechos 2:39
39 Porque
para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos
los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Hechos 20:24
24 Pero
de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí
mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio
que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de
la gracia de Dios.
Mateo 4:18-22
18 Andando
Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos, Simón,
llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en el
mar; porque eran pescadores.
19 Y
les dijo: Venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
20 Ellos
entonces, dejando al instante las redes, le siguieron.
21 Pasando
de allí, vio a otros dos hermanos, Jacobo hijo de Zebedeo, y
Juan su hermano, en la barca con Zebedeo su padre, que
remendaban sus redes; y los llamó.
22 Y
ellos, dejando al instante la barca y a su padre, le siguieron.
Mateo 10:1-22
1 Entonces
llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los
espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar
toda enfermedad y toda dolencia.
2 Los
nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado
Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su
hermano;
3 Felipe,
Bartolomé, Tomás, Mateo el publicano, Jacobo hijo de Alfeo,
Lebeo, por sobrenombre Tadeo,
4 Simón
el cananista, y Judas Iscariote, el que también le entregó.
Misión de los doce
5 A
estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por
camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no
entréis,
6 sino
id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.
7 Y
yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha
acercado.
8 Sanad
enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera
demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.
9 No
os proveáis de oro, ni plata, ni cobre en vuestros cintos;
10 ni
de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni
de bordón; porque el obrero es digno de su alimento.
11 Mas
en cualquier ciudad o aldea donde entréis, informaos quién en
ella sea digno, y posad allí hasta que salgáis.
12 Y
al entrar en la casa, saludadla.
13 Y
si la casa fuere digna, vuestra paz vendrá sobre ella; mas si no
fuere digna, vuestra paz se volverá a vosotros.
14 Y
si alguno no os recibiere, ni oyere vuestras palabras, salid de
aquella casa o ciudad, y sacudid el polvo de vuestros pies.
15 De
cierto os digo que en el día del juicio, será más tolerable el
castigo para la tierra de Sodoma y de Gomorra, que para aquella
ciudad.
Persecuciones venideras
16 He
aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues,
prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.
17 Y
guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y
en sus sinagogas os azotarán;
18 y
aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí,
para testimonio a ellos y a los gentiles.
19 Mas
cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis;
porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.
20 Porque
no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro
Padre que habla en vosotros.
21 El
hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y
los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir.
22 Y
seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que
persevere hasta el fin, éste será salvo.
Mateo 9:9
9 Pasando
Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado
al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se
levantó y le siguió.
14 Y
al pasar, vio a Leví hijo de Alfeo, sentado al banco de los
tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y levantándose, le
siguió.
13 Después
subió al monte, y llamó a sí a los que él quiso; y vinieron a
él.
14 Y
estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos
a predicar,
15 y
que tuviesen autoridad para sanar enfermedades y para echar
fuera demonios:
16 a
Simón, a quien puso por sobrenombre Pedro;
17 a
Jacobo hijo de Zebedeo, y a Juan hermano de Jacobo, a quienes
apellidó Boanerges, esto es, Hijos del trueno;
18 a
Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Jacobo hijo de Alfeo,
Tadeo, Simón el cananista,
19 y
Judas Iscariote, el que le entregó. Y vinieron a casa.
27 Después
de estas cosas salió, y vio a un publicano llamado Leví, sentado
al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme.
28 Y
dejándolo todo, se levantó y le siguió.
29 Y
Leví le hizo gran banquete en su casa; y había mucha compañía de
publicanos y de otros que estaban a la mesa con ellos.
30 Y
los escribas y los fariseos murmuraban contra los discípulos,
diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con publicanos y pecadores?
31 Respondiendo
Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de
médico, sino los enfermos.
32 No
he venido a llamar a justos, sino a pecadores al
arrepentimiento.
Lucas 6:13-16
13 Y
cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de
ellos, a los cuales también llamó apóstoles:
14 a
Simón, a quien también llamó Pedro, a Andrés su hermano, Jacobo
y Juan, Felipe y Bartolomé,
15 Mateo,
Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, Simón llamado Zelote,
16 Judas
hermano de Jacobo, y Judas Iscariote, que llegó a ser el
traidor.
Juan
1:35-51
35 El
siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos.
36 Y
mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de
Dios.
37 Le
oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús.
38 Y
volviéndose Jesús, y viendo que le seguían, les dijo: ¿Qué
buscáis? Ellos le dijeron: Rabí (que traducido es, Maestro),
¿dónde moras?
39 Les
dijo: Venid y ved. Fueron, y vieron donde moraba, y se quedaron
con él aquel día; porque era como la hora décima.
40 Andrés,
hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que habían oído a
Juan, y habían seguido a Jesús.
41 Este
halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al
Mesías (que traducido es, el Cristo).
42 Y
le trajo a Jesús. Y mirándole Jesús, dijo: Tú eres Simón, hijo
de Jonás; tú serás llamado Cefas[a] (que
quiere decir, Pedro[b]).
43 El
siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le
dijo: Sígueme.
44 Y
Felipe era de Betsaida, la ciudad de Andrés y Pedro.
45 Felipe
halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien
escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el
hijo de José, de Nazaret.
46 Natanael
le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe:
Ven y ve.
47 Cuando
Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un
verdadero israelita, en quien no hay engaño.
48 Le
dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo:
Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la
higuera, te vi.
49 Respondió
Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el
Rey de Israel.
50 Respondió
Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera,
crees? Cosas mayores que estas verás.
51 Y
le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis
el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y
descienden sobre el Hijo del Hombre.
Hechos 1:12-26
12 Entonces
volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el
cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.[a]
13 Y
entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y
Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo
hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.
14 Todos
éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres,
y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
15 En
aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los
reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:
16 Varones
hermanos, era necesario que se cumpliese la Escritura en que el
Espíritu Santo habló antes por boca de David acerca de Judas,
que fue guía de los que prendieron a Jesús,
17 y
era contado con nosotros, y tenía parte en este ministerio.
18 Este,
pues, con el salario de su iniquidad adquirió un campo, y
cayendo de cabeza, se reventó por la mitad, y todas sus entrañas
se derramaron.
19 Y
fue notorio a todos los habitantes de Jerusalén, de tal manera
que aquel campo se llama en su propia lengua, Acéldama, que
quiere decir, Campo de sangre.
20 Porque
está escrito en el libro de los Salmos:
Sea hecha desierta su habitación,
Y no haya quien more en ella; y:
Tome otro su oficio.
21 Es
necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con
nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre
nosotros,
22 comenzando
desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros
fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su
resurrección.
23 Y
señalaron a dos: a José, llamado Barsabás, que tenía por
sobrenombre Justo, y a Matías.
24 Y
orando, dijeron: Tú, Señor, que conoces los corazones de todos,
muestra cuál de estos dos has escogido,
25 para
que tome la parte de este ministerio y apostolado, de que cayó
Judas por transgresión, para irse a su propio lugar.
26 Y
les echaron suertes, y la suerte cayó sobre Matías; y fue
contado con los once apóstoles.
19 Cuando
llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana,
estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos
estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto
en medio, les dijo: Paz a vosotros.
20 Y
cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y
los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
21 Entonces
Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre,
así también yo os envío.
22 Y
habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu
Santo.
23 A
quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes
se los retuviereis, les son retenidos.
Lucas 24:49-51
49 He
aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero
quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis
investidos de poder desde lo alto.
50 Y
los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo.
51 Y
aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado
arriba al cielo.
Juan 3:13
13 Nadie
subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del
Hombre, que está en el cielo.
Juan 16:7-16
7 Pero
yo os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; porque si no
me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere,
os lo enviaré.
8 Y
cuando él venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de
juicio.
9 De
pecado, por cuanto no creen en mí;
10 de
justicia, por cuanto voy al Padre, y no me veréis más;
11 y
de juicio, por cuanto el príncipe de este mundo ha sido ya
juzgado.
12 Aún
tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis
sobrellevar.
13 Pero
cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la
verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará
todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir.
14 El
me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.
15 Todo
lo que tiene el Padre es mío; por eso dije que tomará de lo mío,
y os lo hará saber.
16 Todavía
un poco, y no me veréis; y de nuevo un poco, y me veréis; porque
yo voy al Padre.
Hechos 1:4
4 Y
estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino
que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis
de mí.
Hechos 1:5
5 Porque
Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Marcos 1:8
8 Yo
a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con
Espíritu Santo.
Lucas 3:16
16 respondió
Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero
viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar
la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y
fuego.
Juan 1:29-33
29 El
siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí
el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
30 Este
es aquel de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual
es antes de mí; porque era primero que yo.
31 Y
yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por
esto vine yo bautizando con agua.
32 También
dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del
cielo como paloma, y permaneció sobre él.
33 Y
yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua,
aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que
permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo.
Hechos 1:12-15
12 Entonces
volvieron a Jerusalén desde el monte que se llama del Olivar, el
cual está cerca de Jerusalén, camino de un día de reposo.[a]
13 Y
entrados, subieron al aposento alto, donde moraban Pedro y
Jacobo, Juan, Andrés, Felipe, Tomás, Bartolomé, Mateo, Jacobo
hijo de Alfeo, Simón el Zelote y Judas hermano de Jacobo.
14 Todos
éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres,
y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
15 En
aquellos días Pedro se levantó en medio de los hermanos (y los
reunidos eran como ciento veinte en número), y dijo:
Hechos 2:1-13
2 Cuando
llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
2 Y
de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio
que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
3 y
se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego,
asentándose sobre cada uno de ellos.
4 Y
fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en
otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
5 Moraban
entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las
naciones bajo el cielo.
6 Y
hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos,
porque cada uno les oía hablar en su propia lengua.
7 Y
estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son
galileos todos estos que hablan?
8 ¿Cómo,
pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la
que hemos nacido?
9 Partos,
medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea,
en Capadocia, en el Ponto y en Asia,
10 en
Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de Africa más
allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como
prosélitos,
11 cretenses
y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de
Dios.
12 Y
estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros:
¿Qué quiere decir esto?
13 Mas
otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
Hechos 2:14-36
14 Entonces
Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló
diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén,
esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
15 Porque
éstos no están ebrios, como vosotros suponéis, puesto que es la
hora tercera del día.
16 Mas
esto es lo dicho por el profeta Joel:
17 Y
en los postreros días, dice Dios,
Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne,
Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán;
Vuestros jóvenes verán visiones,
Y vuestros ancianos soñarán sueños;
18 Y
de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días
Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán.
19 Y
daré prodigios arriba en el cielo,
Y señales abajo en la tierra,
Sangre y fuego y vapor de humo;
20 El
sol se convertirá en tinieblas,
Y la luna en sangre,
Antes que venga el día del Señor,
Grande y manifiesto;
21 Y
todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
22 Varones
israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno, varón aprobado
por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y señales
que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros
mismos sabéis;
23 a
éste, entregado por el determinado consejo y anticipado
conocimiento de Dios, prendisteis y matasteis por manos de
inicuos, crucificándole;
24 al
cual Dios levantó, sueltos los dolores de la muerte, por cuanto
era imposible que fuese retenido por ella.
25 Porque
David dice de él:
Veía al Señor siempre delante de mí;
Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
26 Por
lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua,
Y aun mi carne descansará en esperanza;
27 Porque
no dejarás mi alma en el Hades,
Ni permitirás que tu Santo vea corrupción.
28 Me
hiciste conocer los caminos de la vida;
Me llenarás de gozo con tu presencia.
29 Varones
hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que
murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el
día de hoy.
30 Pero
siendo profeta, y sabiendo que con juramento Dios le había
jurado que de su descendencia, en cuanto a la carne, levantaría
al Cristo para que se sentase en su trono,
31 viéndolo
antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue
dejada en el Hades, ni su carne vio corrupción.
32 A
este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos
testigos.
33 Así
que, exaltado por la diestra de Dios, y habiendo recibido del
Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que
vosotros veis y oís.
34 Porque
David no subió a los cielos; pero él mismo dice:
Dijo el Señor a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
35 Hasta
que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. m
36 Sepa,
pues, ciertísimamente toda la casa de Israel, que a este Jesús a
quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Hechos 2:37
37 Al
oír esto, se compungieron de corazón, y dijeron a Pedro y a los
otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos?
Hechos 2:38
38 Pedro
les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el
don del Espíritu Santo.
Hechos 10:39-48
39 Y
nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la
tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un
madero.
40 A
éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase;
41 no
a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de
antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que
resucitó de los muertos.
42 Y
nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es
el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
43 De
éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él
creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
44 Mientras
aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre
todos los que oían el discurso.
45 Y
los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se
quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase
el don del Espíritu Santo.
46 Porque
los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.
47 Entonces
respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que
no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo
también como nosotros?
48 Y
mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús. Entonces le
rogaron que se quedase por algunos días.
Hechos 22:12-16
12 Entonces
uno llamado Ananías, varón piadoso según la ley, que tenía buen
testimonio de todos los judíos que allí moraban,
13 vino
a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista. Y
yo en aquella misma hora recobré la vista y lo miré.
14 Y
él dijo: El Dios de nuestros padres te ha escogido para que
conozcas su voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su
boca.
15 Porque
serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y
oído.
16 Ahora,
pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus
pecados, invocando su nombre.
Gálatas 3:26-29
26 pues
todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús;
27 porque
todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos.
28 Ya
no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni
mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
29 Y
si vosotros sois de Cristo, ciertamente linaje de Abraham sois,
y herederos según la promesa.
Juan 3:1-8
1 Había
un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal
entre los judíos.
2 Este
vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido
de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que
tú haces, si no está Dios con él.
3 Respondió
Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
4 Nicodemo
le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso
entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer?
5 Respondió
Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de
agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
6 Lo
que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del
Espíritu, espíritu es.
7 No
te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.
8 El
viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas
ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es
nacido del Espíritu.
Efesios 2:5-6
5 aun
estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con
Cristo (por gracia sois salvos),
6 y
juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en
los lugares celestiales con Cristo Jesús,
Efesios 1:18-20
18 alumbrando
los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la
esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la
gloria de su herencia en los santos,
19 y
cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los
que creemos, según la operación del poder de su fuerza,
20 la
cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole
a su diestra en los lugares celestiales,
Hebreos 8:1
1 Ahora
bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que
tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó a la diestra del
trono de la Majestad en los cielos,
Apocalipsis 4:4
4 Y
alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en
los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas,
con coronas de oro en sus cabezas.
Apocalipsis 20:5-6
5 Pero
los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron
mil años. Esta es la primera resurrección.
6 Bienaventurado
y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la
segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán
sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años.
Hechos 4:12
12 Y
en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el
cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Efesios 4:5
5 un
Señor, una fe, un bautismo,
Efesios 1:20-21
20 la
cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole
a su diestra en los lugares celestiales,
21 sobre
todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo
nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el
venidero;
1 Pedro 2:6
6 Por
lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo,
escogida, preciosa;
Y el que creyere en él, no será avergonzado.
Efesios 2:19-22
19 Así
que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de
los santos, y miembros de la familia de Dios,
20 edificados
sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
21 en
quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser
un templo santo en el Señor;
22 en
quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de
Dios en el Espíritu.
Isaías 28:16
16 por
tanto, Jehová el Señor dice así: He aquí que yo he puesto en
Sion por fundamento una piedra, piedra probada, angular,
preciosa, de cimiento estable; el que creyere, no se apresure.
Zacarías 3:9
9 Porque
he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta
única piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura,
dice Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra
en un día.
Zacarías 4:7
7 ¿Quién
eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a
llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de:
Gracia, gracia a ella.
Colosenses 1:21-28
21 Y
a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos
en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado
22 en
su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros
santos y sin mancha e irreprensibles delante de él;
23 si
en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros
de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se
predica en toda la creación que está debajo del cielo; del cual
yo Pablo fui hecho ministro.
24 Ahora
me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo
que falta de las aflicciones de Cristo por su cuerpo, que es la
iglesia;
25 de
la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que
me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la
palabra de Dios,
26 el
misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero
que ahora ha sido manifestado a sus santos,
27 a
quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de
este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la
esperanza de gloria,
28 a
quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo
hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo
Jesús a todo hombre;
1 Pedro 2:1-5
1 Desechando, pues, toda malicia, todo engaño,
hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
2 desead,
como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada,
para que por ella crezcáis para salvación,
3 si
es que habéis gustado la benignidad del Señor.
4 Acercándoos
a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, mas
para Dios escogida y preciosa,
5 vosotros
también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual
y sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales
aceptables a Dios por medio de Jesucristo.
Hechos 4:8-11
8 Entonces
Pedro, lleno del Espíritu Santo, les dijo: Gobernantes del
pueblo, y ancianos de Israel:
9 Puesto
que hoy se nos interroga acerca del beneficio hecho a un hombre
enfermo, de qué manera éste haya sido sanado,
10 sea
notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que en
el nombre de Jesucristo de Nazaret, a quien vosotros
crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por él
este hombre está en vuestra presencia sano.
11 Este
Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la
cual ha venido a ser cabeza del ángulo
1 Pedro 2:6-8
6 Por
lo cual también contiene la Escritura:
He aquí, pongo en Sion la principal piedra del ángulo,
escogida, preciosa;
Y el que creyere en él, no será avergonzado. m
7 Para
vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los
que no creen,
La piedra que los edificadores desecharon,
Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
8 y:
Piedra de tropiezo, y roca que hace caer, m porque tropiezan
en la palabra, siendo desobedientes; a lo cual fueron también
destinados.
Salmos 127
127 Si
Jehová no edificare la casa,
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad,
En vano vela la guardia.
2 Por
demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a
reposar,
Y que comáis pan de dolores;
Pues que a su amado dará Dios el sueño.
3 He
aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.
4 Como
saetas en mano del valiente,
Así son los hijos habidos en la juventud.
5 Bienaventurado
el hombre que llenó su aljaba de ellos;
No será avergonzado
Cuando hablare con los enemigos en la puerta.
Hebreos 3:1-6
1 Por
tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial,
considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión,
Cristo Jesús;
2 el
cual es fiel al que le constituyó, como también lo fue Moisés en
toda la casa de Dios.
3 Porque
de tanto mayor gloria que Moisés es estimado digno éste, cuanto
tiene mayor honra que la casa el que la hizo.
4 Porque
toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas
es Dios.
5 Y
Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como
siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;
6 pero
Cristo como hijo sobre su casa, la cual casa somos nosotros, si
retenemos firme hasta el fin la confianza y el gloriarnos en la
esperanza.
1 Pedro 1:3-9
3 Bendito
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande
misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos,
4 para
una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible,
reservada en los cielos para vosotros,
5 que
sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para
alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en
el tiempo postrero.
6 En
lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de
tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas
pruebas,
7 para
que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro,
el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en
alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
8 a
quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora
no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;
9 obteniendo
el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
Lucas 1:26-35
26 Al
sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de
Galilea, llamada Nazaret,
27 a
una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la
casa de David; y el nombre de la virgen era María.
28 Y
entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: !!Salve, muy
favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
29 Mas
ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué
salutación sería esta.
30 Entonces
el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia
delante de Dios.
31 Y
ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y
llamarás su nombre JESÚS.
32 Este
será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios
le dará el trono de David su padre;
33 y
reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no
tendrá fin.
34 Entonces
María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.
35 Respondiendo
el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder
del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el
Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
1 Timoteo 3:16
16 E
indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en carne,
Justificado en el Espíritu,
Visto de los ángeles,
Predicado a los gentiles,
Creído en el mundo,
Recibido arriba en gloria.
Colosenses 2:8-10
8 Mirad
que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas,
según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos
del mundo, y no según Cristo.
9 Porque
en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,
10 y
vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo
principado y potestad.
1 Corintios 15:45-49
45 Así
también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma
viviente; el postrer Adán, espíritu vivificante.
46 Mas
lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo
espiritual.
47 El
primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre, que
es el Señor, es del cielo.
48 Cual
el terrenal, tales también los terrenales; y cual el celestial,
tales también los celestiales.
49 Y
así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también
la imagen del celestial.
Malaquías 3:1
1 He
aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante
de mí; y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien
vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien deseáis
vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.
Isaías 42:6-7
6 Yo
Jehová te he llamado en justicia, y te sostendré por la mano; te
guardaré y te pondré por pacto al pueblo, por luz de las
naciones,
7 para
que abras los ojos de los ciegos, para que saques de la cárcel a
los presos, y de casas de prisión a los que moran en tinieblas.
Hebreos 12:24
24 a
Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que
habla mejor que la de Abel.
Hebreos 9:11-17
11 Pero
estando ya presente Cristo, sumo sacerdote de los bienes
venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no
hecho de manos, es decir, no de esta creación,
12 y
no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su
propia sangre, entró una vez para siempre en el Lugar Santísimo,
habiendo obtenido eterna redención.
13 Porque
si la sangre de los toros y de los machos cabríos, y las cenizas
de la becerra rociadas a los inmundos, santifican para la
purificación de la carne,
14 ¿cuánto
más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se
ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, limpiará vuestras
conciencias de obras muertas para que sirváis al Dios vivo?
15 Así
que, por eso es mediador de un nuevo pacto,[a] para
que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones
que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa
de la herencia eterna.
16 Porque
donde hay testamento,[b] es
necesario que intervenga muerte del testador.
17 Porque
el testamento con la muerte se confirma; pues no es válido entre
tanto que el testador vive.
1 Timoteo 2:5-6
5 Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre,
6 el
cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio
testimonio a su debido tiempo.
Romanos 5:8-11
8 Mas
Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.
9 Pues
mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos
salvos de la ira.
10 Porque
si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte
de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por
su vida.
11 Y
no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el
Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la
reconciliación.
Efesios
1:3-7
3 Bendito
sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo
con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en
Cristo,
4 según
nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que
fuésemos santos y sin mancha delante de él,
5 en
amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por
medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad,
6 para
alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos
en el Amado,
7 en
quien tenemos redención por su sangre, el perdón de
pecados según las riquezas de su gracia,
1 Pedro 1:2-4
2 elegidos
según la presciencia de Dios Padre en santificación del
Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de
Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
3 Bendito
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande
misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la
resurrección de Jesucristo de los muertos,
4 para
una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible,
reservada en los cielos para vosotros,
1 Juan 1:7
7 pero
si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos
con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo
pecado.
Apocalipsis 1:5-6
5 y
de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y
el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos
lavó de nuestros pecados con su sangre,
6 y
nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre; a él sea gloria
e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Mateo 26:27-28
27 Y
tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo:
Bebed de ella todos;
28 porque
esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada
para remisión de los pecados.
Marcos 14:24
24 Y
les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es
derramada.
Lucas 22:20
20 De
igual manera, después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo:
Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se
derrama.
Apocalipsis 14:6-7
6 Vi
volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el
evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a
toda nación, tribu, lengua y pueblo,
7 diciendo
a gran voz: Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su
juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la
tierra, el mar y las fuentes de las aguas.
1 Pedro 1:10-12
10 Los
profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros,
inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación,
11 escudriñando
qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que
estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos
de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos.
12 A
éstos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros,
administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que
os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del
cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles.
Romanos 1:15-17
15 Así
que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio
también a vosotros que estáis en Roma.
16 Porque
no me averg:uenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y
también al griego.
17 Porque
en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe,
como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Efesios 1:13-14
13 En
él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el
evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él,
fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
14 que
es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la
posesión adquirida, para alabanza de su gloria.
Apocalipsis 7:9-12
9 Después
de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía
contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que
estaban delante del trono y en la presencia del Cordero,
vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos;
10 y
clamaban a gran voz, diciendo: La salvación pertenece a nuestro
Dios que está sentado en el trono, y al Cordero.
11 Y
todos los ángeles estaban en pie alrededor del trono, y de los
ancianos y de los cuatro seres vivientes; y se postraron sobre
sus rostros delante del trono, y adoraron a Dios,
12 diciendo:
Amén. La bendición y la gloria y la sabiduría y la acción de
gracias y la honra y el poder y la fortaleza, sean a nuestro
Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Lucas 24:33-51
33 Y
levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén, y hallaron
a los once reunidos, y a los que estaban con ellos,
34 que
decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido a
Simón.
35 Entonces
ellos contaban las cosas que les habían acontecido en el camino,
y cómo le habían reconocido al partir el pan.
36 Mientras
ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de
ellos, y les dijo: Paz a vosotros.
37 Entonces,
espantados y atemorizados, pensaban que veían espíritu.
38 Pero
él les dijo: ¿Por qué estáis turbados, y vienen a vuestro
corazón estos pensamientos?
39 Mirad
mis manos y mis pies, que yo mismo soy; palpad, y ved; porque un
espíritu no tiene carne ni huesos, como veis que yo tengo.
40 Y
diciendo esto, les mostró las manos y los pies.
41 Y
como todavía ellos, de gozo, no lo creían, y estaban
maravillados, les dijo: ¿Tenéis aquí algo de comer?
42 Entonces
le dieron parte de un pez asado, y un panal de miel.
43 Y
él lo tomó, y comió delante de ellos.
44 Y
les dijo: Estas son las palabras que os hablé, estando aún con
vosotros: que era necesario que se cumpliese todo lo que está
escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los
salmos.
45 Entonces
les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las
Escrituras;
46 y
les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos al tercer día;
47 y
que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de
pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.
48 Y
vosotros sois testigos de estas cosas.
49 He
aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero
quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis
investidos de poder desde lo alto.
50 Y
los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus manos, los bendijo.
51 Y
aconteció que bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado
arriba al cielo.
Hechos 1:21-22
21 Es
necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con
nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre
nosotros,
22 comenzando
desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros
fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su
resurrección.
Hechos 10:39-43
39 Y
nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la
tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un
madero.
40 A
éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase;
41 no
a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de
antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que
resucitó de los muertos.
42 Y
nos mandó que predicásemos al pueblo, y testificásemos que él es
el que Dios ha puesto por Juez de vivos y muertos.
43 De
éste dan testimonio todos los profetas, que todos los que en él
creyeren, recibirán perdón de pecados por su nombre.
Juan 20:19-31
19 Cuando
llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana,
estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos
estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto
en medio, les dijo: Paz a vosotros.
20 Y
cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y
los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
21 Entonces
Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre,
así también yo os envío.
22 Y
habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu
Santo.
23 A
quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes
se los retuviereis, les son retenidos.
24 Pero
Tomás, uno de los doce, llamado Dídimo, no estaba con ellos
cuando Jesús vino.
25 Le
dijeron, pues, los otros discípulos: Al Señor hemos visto. El
les dijo: Si no viere en sus manos la señal de los clavos, y
metiere mi dedo en el lugar de los clavos, y metiere mi mano en
su costado, no creeré.
26 Ocho
días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con
ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se
puso en medio y les dijo: Paz a vosotros.
27 Luego
dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu
mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino
creyente.
28 Entonces
Tomás respondió y le dijo: !!Señor mío, y Dios mío!
29 Jesús
le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados
los que no vieron, y creyeron.
30 Hizo
además Jesús muchas otras señales en presencia de sus
discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
31 Pero
éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el
Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
Juan 21:1-25
1 Después
de esto, Jesús se manifestó otra vez a sus discípulos junto al
mar de Tiberias; y se manifestó de esta manera:
2 Estaban
juntos Simón Pedro, Tomás llamado el Dídimo, Natanael el de Caná
de Galilea, los hijos de Zebedeo, y otros dos de sus discípulos.
3 Simón
Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros
también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella
noche no pescaron nada.
4 Cuando
ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los
discípulos no sabían que era Jesús.
5 Y
les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No.
6 El
les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis.
Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran
cantidad de peces.
7 Entonces
aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: !!Es el Señor!
Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa
(porque se había despojado de ella), y se echó al mar.
8 Y
los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red
de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos.
9 Al
descender a tierra, vieron brasas puestas, y un pez encima de
ellas, y pan.
10 Jesús
les dijo: Traed de los peces que acabáis de pescar.
11 Subió
Simón Pedro, y sacó la red a tierra, llena de grandes peces,
ciento cincuenta y tres; y aun siendo tantos, la red no se
rompió.
12 Les
dijo Jesús: Venid, comed. Y ninguno de los discípulos se atrevía
a preguntarle: ¿Tú, quién eres? sabiendo que era el Señor.
13 Vino,
pues, Jesús, y tomó el pan y les dio, y asimismo del pescado.
14 Esta
era ya la tercera vez que Jesús se manifestaba a sus discípulos,
después de haber resucitado de los muertos.
15 Cuando
hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás,
¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te
amo. El le dijo: Apacienta mis corderos.
16 Volvió
a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro
le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea
mis ovejas.
17 Le
dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se
entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le
respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús
le dijo: Apacienta mis ovejas.
18 De
cierto, de cierto te digo: Cuando eras más joven, te ceñías, e
ibas a donde querías; mas cuando ya seas viejo, extenderás tus
manos, y te ceñirá otro, y te llevará a donde no quieras.
19 Esto
dijo, dando a entender con qué muerte había de glorificar a
Dios. Y dicho esto, añadió: Sígueme.
20 Volviéndose
Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el
mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le
había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?
21 Cuando
Pedro le vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y qué de éste?
22 Jesús
le dijo: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
Sígueme tú.
23 Este
dicho se extendió entonces entre los hermanos, que aquel
discípulo no moriría. Pero Jesús no le dijo que no moriría,
sino: Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a ti?
24 Este
es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió
estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.
25 Y
hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se
escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían
los libros que se habrían de escribir. Amén.
Marcos 16:9-20
9 Habiendo,
pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la
semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había
echado siete demonios.
10 Yendo
ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban
tristes y llorando.
11 Ellos,
cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo
creyeron.
12 Pero
después apareció en otra forma a dos de ellos que iban de
camino, yendo al campo.
13 Ellos
fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos
creyeron.
14 Finalmente
se apareció a los once mismos, estando ellos sentados a la mesa,
y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque no
habían creído a los que le habían visto resucitado.
15 Y
les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda
criatura.
16 El
que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no
creyere, será condenado.
17 Y
estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán
fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
18 tomarán
en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les
hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán.
19 Y
el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el
cielo, y se sentó a la diestra de Dios.
20 Y
ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el
Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.
Amén.
Hechos 1:1-11
1 En
el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas las cosas
que Jesús comenzó a hacer y a enseñar,
2 hasta
el día en que fue recibido arriba, después de haber dado
mandamientos por el Espíritu Santo a los apóstoles que había
escogido;
3 a
quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con
muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta
días y hablándoles acerca del reino de Dios.
4 Y
estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino
que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis
de mí.
5 Porque
Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis
bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
6 Entonces
los que se habían reunido le preguntaron, diciendo: Señor,
¿restaurarás el reino a Israel en este tiempo?
7 Y
les dijo: No os toca a vosotros saber los tiempos o las sazones,
que el Padre puso en su sola potestad;
8 pero
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu
Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en
Samaria, y hasta lo último de la tierra.
9 Y
habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le
recibió una nube que le ocultó de sus ojos.
10 Y
estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que
él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con
vestiduras blancas,
11 los
cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis
mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de
vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
Juan 20:30-31
30 Hizo
además Jesús muchas otras señales en presencia de sus
discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
31 Pero
éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el
Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
Apocalipsis 21:14
14 Y
el muro de la ciudad tenía doce cimientos, y sobre ellos los
doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
Apocalipsis 21:19-20
19 y
los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda
piedra preciosa. El primer cimiento era jaspe; el segundo,
zafiro; el tercero, ágata; el cuarto, esmeralda;
20 el
quinto, ónice; el sexto, cornalina; el séptimo, crisólito; el
octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo, crisopraso; el
undécimo, jacinto; el duodécimo, amatista.
Apocalipsis 21:2
2 Y
yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del
cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su
marido.
Apocalipsis 22:14
14 Bienaventurados
los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la
vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.
Hebreos 13:12-15
12 Por
lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su
propia sangre, padeció fuera de la puerta.
13 Salgamos,
pues, a él, fuera del campamento, llevando su vituperio;
14 porque
no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por
venir.
15 Así
que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de
alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.
Hebreos 12:22-24
22 sino
que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios
vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares
de ángeles,
23 a
la congregación de los primogénitos que están inscritos en los
cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos
hechos perfectos,
24 a
Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que
habla mejor que la de Abel.
Hebreos 11:13-16
13 Conforme
a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido,
sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y
confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
14 Porque
los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una
patria;
15 pues
si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron,
ciertamente tenían tiempo de volver.
16 Pero
anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se
averguenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado
una ciudad.
Romanos 1:1-7
1 Pablo,
siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el
evangelio de Dios,
2 que
él había prometido antes por sus profetas en las santas
Escrituras,
3 acerca
de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de
David según la carne,
4 que
fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de
santidad, por la resurrección de entre los muertos,
5 y
por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la
obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre;
6 entre
las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de
Jesucristo;
7 a
todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser
santos: Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del
Señor Jesucristo.
Romanos 11:13
13 Porque
a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los
gentiles, honro mi ministerio,
1 Corintios 9:1-2
1No
soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor
nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
2 Si
para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy;
porque el sello de mi apostolado sois vosotros en el Señor.
2 Corintios 12:11-12
11 Me
he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis a ello,
pues yo debía ser alabado por vosotros; porque en nada he sido
menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.
12 Con
todo, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en
toda paciencia, por señales, prodigios y milagros.
1 Timoteo 2:5-7
5 Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres,
Jesucristo hombre,
6 el
cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio
testimonio a su debido tiempo.
7 Para
esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en
Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y verdad.
2 Timoteo 1:10-11
10 pero
que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro
Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la
vida y la inmortalidad por el evangelio,
11 del
cual yo fui constituido predicador, apóstol y maestro de los
gentiles.
Hechos 9:1-30
1 Saulo,
respirando aún amenazas y muerte contra los discípulos del
Señor, vino al sumo sacerdote,
2 y le
pidió cartas para las sinagogas de Damasco, a fin de que si
hallase algunos hombres o mujeres de este Camino, los trajese
presos a Jerusalén.
3 Mas
yendo por el camino, aconteció que al llegar cerca de Damasco,
repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo;
4 y
cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por
qué me persigues?
5 El dijo:
¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú
persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón.
6 El,
temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿qué quieres que yo haga? Y
el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá
lo que debes hacer.
7 Y los
hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la
verdad la voz, mas sin ver a nadie.
8 Entonces
Saulo se levantó de tierra, y abriendo los ojos, no veía a
nadie; así que, llevándole por la mano, le metieron en Damasco,
9 donde
estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.
10 Había
entonces en Damasco un discípulo llamado Ananías, a quien el
Señor dijo en visión: Ananías. Y él respondió: Heme aquí, Señor.
11 Y el
Señor le dijo: Levántate, y ve a la calle que se llama Derecha,
y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque
he aquí, él ora,
12 y ha
visto en visión a un varón llamado Ananías, que entra y le pone
las manos encima para que recobre la vista.
13
Entonces Ananías respondió: Señor, he oído de muchos acerca de
este hombre, cuántos males ha hecho a tus santos en Jerusalén;
14 y aun
aquí tiene autoridad de los principales sacerdotes para prender
a todos los que invocan tu nombre.
15 El
Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para
llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de
los hijos de Israel;
16 porque
yo le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre.
17 Fue
entonces Ananías y entró en la casa, y poniendo sobre él las
manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció
en el camino por donde venías, me ha enviado para que recibas la
vista y seas lleno del Espíritu Santo.
18 Y al
momento le cayeron de los ojos como escamas, y recibió al
instante la vista; y levantándose, fue bautizado.
19 Y
habiendo tomado alimento, recobró fuerzas. Y estuvo Saulo por
algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.
20 En
seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste
era el Hijo de Dios.
21 Y todos
los que le oían estaban atónitos, y decían: ¿No es éste el que
asolaba en Jerusalén a los que invocaban este nombre, y a eso
vino acá, para llevarlos presos ante los principales sacerdotes?
22 Pero
Saulo mucho más se esforzaba, y confundía a los judíos que
moraban en Damasco, demostrando que Jesús era el Cristo.
23 Pasados
muchos días, los judíos resolvieron en consejo matarle;
24 pero
sus asechanzas llegaron a conocimiento de Saulo. Y ellos
guardaban las puertas de día y de noche para matarle.
25
Entonces los discípulos, tomándole de noche, le bajaron por el
muro, descolgándole en una canasta.
26 Cuando
llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero
todos le tenían miedo, no creyendo que fuese discípulo.
27
Entonces Bernabé, tomándole, lo trajo a los apóstoles, y les
contó cómo Saulo había visto en el camino al Señor, el cual le
había hablado, y cómo en Damasco había hablado valerosamente en
el nombre de Jesús.
28 Y
estaba con ellos en Jerusalén; y entraba y salía,
29 y
hablaba denodadamente en el nombre del Señor, y disputaba con
los griegos; pero éstos procuraban matarle.
30 Cuando
supieron esto los hermanos, le llevaron hasta Cesarea, y le
enviaron a Tarso.
Gálatas 1:15-16
15 Pero
cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi
madre, y me llamó por su gracia,
16 revelar
a su Hijo en mí, para que yo le predicase entre los gentiles, no
consulté en seguida con carne y sangre,
2 Corintios 12:1-10
1 Ciertamente
no me conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las
revelaciones del Señor.
2 Conozco
a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo,
no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue
arrebatado hasta el tercer cielo.
3 Y
conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no
lo sé; Dios lo sabe),
4 que
fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no
le es dado al hombre expresar.
5 De
tal hombre me gloriaré; pero de mí mismo en nada me gloriaré,
sino en mis debilidades.
6 Sin
embargo, si quisiera gloriarme, no sería insensato, porque diría
la verdad; pero lo dejo, para que nadie piense de mí más de lo
que en mí ve, u oye de mí.
7 Y
para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase
desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero
de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca
sobremanera;
8 respecto
a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí.
9 Y
me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona
en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien
en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.
10 Por
lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en
afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque
cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Romanos 1:13-17
13 Pero
no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he
propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado),
para tener también entre vosotros algún fruto, como entre los
demás gentiles.
14 A
griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor.
15 Así
que, en cuanto a mí, pronto estoy a anunciaros el evangelio
también a vosotros que estáis en Roma.
16 Porque
no me averg:uenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y
también al griego.
17 Porque
en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe,
como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Hechos 28:30-31
30 Y
Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y
recibía a todos los que a él venían,
31 predicando
el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo,
abiertamente y sin impedimento.
1 Corintios 15:1-11
1Además
os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual
también recibisteis, en el cual también perseveráis;
2 por
el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado,
sois salvos, si no creísteis en vano.
3 Porque
primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo
murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras;
4 y
que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las
Escrituras;
5 y
que apareció a Cefas, y después a los doce.
6 Después
apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales
muchos viven aún, y otros ya duermen.
7 Después
apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles;
8 y
al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
9 Porque
yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser
llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
10 Pero
por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en
vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero
no yo, sino la gracia de Dios conmigo.
11 Porque
o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído.
Hechos 17:18
18 Y
algunos filósofos de los epicúreos y de los estoicos disputaban
con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y
otros: Parece que es predicador de nuevos dioses; porque les
predicaba el evangelio de Jesús, y de la resurrección.
Gálatas 2:1-10
1 Después,
pasados catorce años, subí otra vez a Jerusaléncon Bernabé,
llevando también conmigo a Tito.
2 Pero
subí según una revelación, y para no correr o haber corrido en
vano, expuse en privado a los que tenían cierta reputación el
evangelio que predico entre los gentiles.
3 Mas
ni aun Tito, que estaba conmigo, con todo y ser griego, fue
obligado a circuncidarse;
4 y
esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas,
que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo
Jesús, para reducirnos a esclavitud,
5 a
los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la
verdad del evangelio permaneciese con vosotros.
6 Pero
de los que tenían reputación de ser algo (lo que hayan sido en
otro tiempo nada me importa; Dios no hace acepción de personas ,
a mí, pues, los de reputación nada nuevo me comunicaron.
7 Antes
por el contrario, como vieron que me había sido encomendado el
evangelio de la incircuncisión, como a Pedro el de la
circuncisión
8 (pues
el que actuó en Pedro para el apostolado de la circuncisión,
actuó también en mí para con los gentiles),
9 y
reconociendo la gracia que me había sido dada, Jacobo, Cefas y
Juan, que eran considerados como columnas, nos dieron a mí y a
Bernabé la diestra en señal de compañerismo, para que nosotros
fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
10 Solamente
nos pidieron que nos acordásemos de los pobres; lo cual también
procuré con diligencia hacer.
1 Corintios 15:8-9
8 y
al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí.
9 Porque
yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser
llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios.
1 Corintios 3:10-11
10 Conforme
a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito
arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada
uno mire cómo sobreedifica.
11 Porque
nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el
cual es Jesucristo.
Gálatas 1:6-12
6 Estoy
maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó
por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente.
7 No
que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren
pervertir el evangelio de Cristo.
8 Mas
si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro
evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema.
9 Como
antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica
diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema.
10 Pues,
¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de
agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres,
no sería siervo de Cristo.
11 Mas
os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no
es según hombre;
12 pues
yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por
revelación de Jesucristo.
Deuteronomio 7:9
9 Conoce,
pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto
y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos,
hasta mil generaciones;
Lamentaciones 5:19
19 Mas
tú, Jehová, permanecerás para siempre;
Tu trono de generación en generación.
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