Iglesia de los Hijos del Señor Jesús Cristo |
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Puntos
Bíblicos: 12. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos Hijos de Dios; 13. los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
26. Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre.
1. Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2. Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3. Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios. 4. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5. Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no Naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios. 6. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7. No te maravilles de que te dije: Os es necesario Nacer de nuevo. 8. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
1. Y Él os dio Vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2. en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3. entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4. Pero Dios, que es rico en Misericordia, por su gran Amor con que nos Amó, 5. aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio Vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6. y juntamente con Él nos Resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7. para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de Su Gracia en su Bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8. Porque por Gracia sois Salvos por medio de la Fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9. no por obras, para que nadie se gloríe. 10. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para Buenas Obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
22. acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de Fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura.
38. Pedro les dijo: Arrepentíos, y Bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesús Cristo para perdón de los pecados; y recibiréis el Don del Espíritu Santo.
12. Y en ningún otro hay Salvación; porque no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser Salvos.
44. Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso. 45. Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo. 46. Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios. 47. Entonces respondió Pedro: ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo también como nosotros? 48. Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús Cristo. Entonces le rogaron que se quedase por algunos días.
16. ¿No sabéis que sois Templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?
9. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu Vive a causa de la Justicia. 11. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús Cristo mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús Vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
13. Pero cuando venga el Espíritu de Verdad, Él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
27. Pero la Unción que vosotros recibisteis de Él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en Él.
10. y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el Amor de la Verdad para ser Salvos.
19. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo;
11. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, 12. a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la Verdad, sino que se complacieron en la injusticia.
7. Hipócritas, bien profetizó de vosotros Isaías, cuando dijo:
8. Este
pueblo de labios me honra; 9. Pues en vano me honran,
6. ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.
15. Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del fuego; 16. para que no os corrompáis y hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o hembra, 17. figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna alada que vuele por el aire, 18. figura de ningún animal que se arrastre sobre la tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. 19. No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas; porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los cielos. 20. Pero a vosotros Jehová os tomó, y os ha sacado del horno de hierro, de Egipto, para que seáis el pueblo de su heredad como en este día.
6. Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de tierra de Egipto, de casa de servidumbre. 7. No tendrás dioses ajenos delante de mí. 8. No harás para ti escultura, ni imagen alguna de cosa que está arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 9. No te inclinarás a ellas ni las servirás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 10. y que hago Misericordia a millares, a los que me Aman y guardan mis Mandamientos.
9. Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. 10. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? 11. He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una. 12. El herrero toma la tenaza, trabaja en las ascuas, le da forma con los martillos, y trabaja en ello con la fuerza de su brazo; luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y se desmaya. 13. El carpintero tiende la regla, lo señala con almagre, lo labra con los cepillos, le da figura con el compás, lo hace en forma de varón, a semejanza de hombre hermoso, para tenerlo en casa. 14. Corta cedros, y toma ciprés y encina, que crecen entre los árboles del bosque; planta pino, que se críe con la lluvia. 15. De él se sirve luego el hombre para quemar, y toma de ellos para calentarse; enciende también el horno, y cuece panes; hace además un dios, y lo adora; fabrica un ídolo, y se arrodilla delante de él. 16. Parte del leño quema en el fuego; con parte de él come carne, prepara un asado, y se sacia; después se calienta, y dice: ¡Oh! me he calentado, he visto el fuego; 17. y hace del sobrante un dios, un ídolo suyo; se postra delante de él, lo adora, y le ruega diciendo: Líbrame, porque mi Dios eres tú. 18. No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender. 19. No discurre para consigo, no tiene sentido ni entendimiento para decir: Parte de esto quemé en el fuego, y sobre sus brasas cocí pan, asé carne, y la comí. ¿Haré del resto de él una abominación? ¿Me postraré delante de un tronco de árbol? 20. De ceniza se alimenta; su corazón engañado le desvía, para que no libre su alma, ni diga: ¿No es pura mentira lo que tengo en mi mano derecha?
3. Nuestro
Dios está en los cielos;
4. Los ídolos
de ellos son plata y oro,
5. Tienen
boca, mas no hablan;
6. Orejas
tienen, mas no oyen;
7. Manos
tienen, mas no palpan;
8. Semejantes
a ellos son los que los hacen,
15. Los
ídolos de las naciones son plata y oro,
16. Tienen
boca, y no hablan;
17. Tienen
orejas, y no oyen;
18.
Semejantes a ellos son los que los hacen,
20. Y los otros hombres que no fueron muertos con estas plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos, ni dejaron de adorar a los demonios, y a las imágenes de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, las cuales no pueden ver, ni oír, ni andar;
16. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.
24. Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
26. Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, y con ellos Tomás. Llegó Jesús, estando las puertas cerradas, y se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. 27. Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío! 29. Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, Creíste; Bienaventurados los que no vieron, y Creyeron.
4. Porque somos sepultados juntamente con Él para muerte por el Bautismo, a fin de que como Cristo Jesús Resucitó de los muertos por la Gloria del Padre, así también nosotros andemos en Vida nueva.
9. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él. 10. Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, mas el espíritu Vive a causa de la Justicia. 11. Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús Cristo mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús Vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros. 12. Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; 13. porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis. 14. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son Hijos de Dios. 15. Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el Espíritu de Adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! 16. El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos Hijos de Dios. 17. Y si Hijos, también Herederos; Herederos de Dios y Coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con Él, para que juntamente con Él seamos Glorificados.
8. Jesús Cristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Juan 14:17-1817 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. 18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
1 Corintios 16.2222. El que no Amare al Señor Jesús Cristo, sea anatema. El Señor viene
Bibliografía: Biblia Reina Valera 1960
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