Iglesia de los Hijos del Señor Jesús Cristo |
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Puntos
Bíblicos: Mateo
16.18
18
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi
iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.
Juan
2.19-22
19
Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo
levantaré. 20 Dijeron luego los judíos: En cuarenta y seis años
fue edificado este templo, ¿y tú en tres días lo levantarás? 21
Mas él hablaba del templo de su cuerpo. 22 Por tanto, cuando
resucitó de entre los muertos, sus discípulos se acordaron que había
dicho esto; y creyeron la Escritura y la palabra que Jesús había dicho. 1
Corintios 6.19
19
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual
está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Hechos
17.24
24
El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor
del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas.
Isaías
66.1-2
1
Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies;
¿dónde está la casa que me habréis de edificar, y dónde el lugar de
mi reposo? 2 Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas
cosas fueron, dice Jehová; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de
espíritu, y que tiembla a mi palabra.
16
¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en
vosotros? 17 Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le
destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo
es.
16
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque
vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Efesios
2.19-22
19
Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los
santos, y miembros de la familia de Dios, 20 edificados sobre
el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del
ángulo Jesús Cristo mismo, 21 en quien todo el edificio, bien
coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; 22
en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios
en el Espíritu. 1
Corintios 12.13
13
Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean
judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de
un mismo Espíritu.
24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
9
Antes bien, como está escrito:
Hechos
2.1-47
La
venida del Espíritu Santo
Colosenses
2.11-12
11
En él también fuisteis circuncidados con circuncisión no hecha a mano,
al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de
Cristo; 12 sepultados con él en el bautismo, en el cual
fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios
que le levantó de los muertos. 1
Pedro 3.21
21
El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las
inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia
hacia Dios) por la resurrección de Jesús Cristo.
Efesios
4.5
5
un Señor, una fe, un bautismo,
3
¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús,
hemos sido bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados
juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo
resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros
andemos en vida nueva.
Efesios
2.8
8
Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros,
pues es don de Dios;
5
Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las
naciones bajo el cielo. 6 Y hecho este estruendo, se juntó la
multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia
lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad,
¿no son galileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, les
oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 9
Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en
Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10 en Frigia y Panfilia, en
Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí
residentes, tanto judíos como prosélitos, 11 cretenses y árabes,
les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12
Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué
quiere decir esto?
47
alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía
cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.
31
Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y
eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban
fortalecidas por el Espíritu Santo.
20
Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer
en mí por la palabra de ellos,
25
Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo, 26 pues todos sois
hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27 porque todos los
que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos. 28
Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni
mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.
16
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos
de Dios.
22
sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo,
Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, 23
a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los
cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos
perfectos,
9
El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno. 10
Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos
los unos a los otros.
1
Permanezca el amor fraternal. 1
Tesalonicenses 4.9-10
9
Pero acerca del amor fraternal no tenéis necesidad de que os escriba,
porque vosotros mismos habéis aprendido de Dios que os améis unos a
otros; 10 y también lo hacéis así con todos los hermanos que
están por toda Macedonia. Pero os rogamos, hermanos, que abundéis en
ello más y más.
43
Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu
enemigo. 44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid
a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los
que os ultrajan y os persiguen; 45 para que seáis hijos de
vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y
buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. 46 Porque si
amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también
lo mismo los publicanos? 47 Y si saludáis a vuestros hermanos
solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles? 48
Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos
es perfecto. Efesios
2.10
10
Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las
cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
12
manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en
lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el
día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
Filipenses
2.15
15
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en
medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo;
18
y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para
testimonio a ellos y a los gentiles. 19 Mas cuando os
entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en
aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. 20 Porque
no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que
habla en vosotros.
Mateo
24.14
14
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para
testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
2
Timoteo 1.8
8
Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí,
preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el
poder de Dios,
Hebreos
7.8
8
Y aquí ciertamente reciben los diezmos hombres mortales; pero allí, uno
de quien se da testimonio de que vive.
Apocalipsis
6.9
9
Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían
sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. Apocalipsis
12.17
17
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer; y se fue a hacer
guerra contra el resto de la descendencia de ella, los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús Cristo.
Apocalipsis
20.4
4
Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de
juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús
y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su
imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y
vivieron y reinaron con Cristo mil años.
Apocalipsis
19.10
10
Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas;
yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús.
Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía. Hechos
18.5
5
Y cuando Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba entregado por
entero a la predicación de la palabra, testificando a los judíos que Jesús
era el Cristo.
1
Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución
contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por
las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles.
Hechos
11.26
26
Y se congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron a mucha
gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en
Antioquia. Hechos
13.1
1
Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y
maestros: Bernabé, Simón el que se llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén
el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. Hechos
14.23y27
23
Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído.
Hechos
15.41
41
y pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias. Efesios
5.23
23
porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la
iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
12
Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los
miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también
Cristo. 13 Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados
en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se
nos dio a beber de un mismo Espíritu.
Efesios
1.22-23
22
y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas
las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de
Aquel que todo lo llena en todo.
18
y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio,
el primogénito de entre los muertos, para que en todo tenga la
preeminencia; 1
Corintios 11.3
3
Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón
es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.
2
Corintios 11.2
2
Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo,
para presentaros como una virgen pura a Cristo.
Apocalipsis
21.2
2
Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de
Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Efesios
5.31-32
31
Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Grande es este
misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia.
4
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres,
mas para Dios escogida y preciosa, 5 vosotros también, como
piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio santo,
para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesús Cristo. 6 Por lo cual también contiene la Escritura:
1
Corintios 10.4
4
y todos bebieron la misma bebida espiritual; porque bebían de la roca
espiritual que los seguía, y la roca era Cristo.
Hebreos
3.1
1
Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial,
considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús. Hebreos
2.17
17
Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser
misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para
expiar los pecados del pueblo. Hebreos
6.20
20
donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para
siempre según el orden de Melquisedec. Juan
11.52
52
y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los
hijos de Dios que estaban dispersos.
Efesios
2.13-18
13
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos,
habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque
él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared
intermedia de separación, 15 aboliendo en su carne las
enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para
crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, 16
y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando
en ella las enemistades. 17 Y vino y anunció las buenas nuevas
de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; 18
porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo
Espíritu al Padre.
Juan
3.1-7
1
Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal
entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo:
Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede
hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él. 3
Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no
naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. 4 Nicodemo le
dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por
segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? 5 Respondió
Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del
Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. 6 Lo que es
nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu
es. 7 No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de
nuevo.
Colosenses
2.12
12
sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también
resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de
los muertos. Gálatas
3.26-28
26
pues todos sois hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús; 27
porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis
revestidos. 28 Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni
libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo
Jesús.
Romanos
6.1-11
1
¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia
abunde? 2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al
pecado, ¿cómo viviremos aún en él? 3 ¿O no sabéis que
todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido
bautizados en su muerte? 4 Porque somos sepultados juntamente
con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de
los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en
vida nueva. Santiago
2.14-26
14
Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no
tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15 Y si un hermano o una
hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día,
16 y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y
saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de
qué aprovecha? 17 Así también la fe, si no tiene obras, es
muerta en sí misma.
Hebreos
11.1-40
1
Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve. 2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los
antigüos. 3 Por la fe entendemos haber sido constituido el
universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo
que no se veía.
Hebreos
12.1-3
1
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube
de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y
corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2
puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el
gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y
se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hechos
1.10-11
10
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se
iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras
blancas, 11 los cuales también les dijeron: Varones galileos,
¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado
de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.
13
Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para
que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. 14
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá
Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os
decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos
quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
1
Tesalonicenses 5.1-11
1
Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, no tenéis necesidad,
hermanos, de que yo os escriba. 2 Porque vosotros sabéis
perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la
noche; 3 que cuando digan: Paz y seguridad, entonces vendrá
sobre ellos destrucción repentina, como los dolores a la mujer encinta, y
no escaparán. 4 Mas vosotros, hermanos, no estáis en
tinieblas, para que aquel día os sorprenda como ladrón. 5
Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la
noche ni de las tinieblas. 6 Por tanto, no durmamos como los
demás, sino velemos y seamos sobrios. 7 Pues los que duermen,
de noche duermen, y los que se embriagan, de noche se embriagan. 8
Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido
con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como
yelmo. 9 Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para
alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesús Cristo, 10
quien murió por nosotros para que ya sea que velemos, o que durmamos,
vivamos juntamente con él. 11 Por lo cual, animaos unos a
otros, y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
Efesios
4.1-6
1
Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la
vocación con que fuisteis llamados, 2 con toda humildad y
mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, 3
solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; 4
un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma
esperanza de vuestra vocación; 5 un Señor, una fe, un
bautismo, 6 un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y
por todos, y en todos.
1
Tesalonicenses 5.16-24
16
Estad siempre gozosos. 17 Orad sin cesar. 18 Dad
gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en
Cristo Jesús. 19 No apaguéis al Espíritu. 20 No
menospreciéis las profecías. 21 Examinadlo todo; retened lo
bueno. 22 Absteneos de toda especie de mal. 1
Corintios 12.7-11
7
Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. 8
Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro,
palabra de ciencia según el mismo Espíritu; 9 a otro, fe por
el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. 10
A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de
espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación
de lenguas. 11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo
Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere. 1
Corintios 12.28-31
28
Y a unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas,
lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan,
los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas. 29
¿Son todos apóstoles? ¿son todos profetas? ¿todos maestros? ¿hacen
todos milagros? 30 ¿Tienen todos dones de sanidad? ¿hablan
todos lenguas? ¿interpretan todos? 31 Procurad, pues, los
dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente. Romanos
12.1-21
1
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis
vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es
vuestro culto racional. 2 No os conforméis a este siglo, sino
transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para
que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Efesios
4.11-12
11
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros,
evangelistas; a otros, pastores y maestros, 12 a fin de
perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación
del cuerpo de Cristo. 1
Pedro 2.9
9
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó
de las tinieblas a su luz admirable. 1
Pedro 4.10-11
10
Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como
buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 11 Si
alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra,
ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios
glorificado por Jesús Cristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por
los siglos de los siglos. Amén. 1
Pedro 4.8
8
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá
multitud de pecados. Efesios
5.21
21
Someteos unos a otros en el temor de Dios.
Hechos
1.21-22
21
Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con
nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre
nosotros, 22 comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día
en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con
nosotros, de su resurrección. Efesios
2.20
20
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesús Cristo mismo,
Hechos
14.23
23
Y constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo orado con ayunos, los
encomendaron al Señor en quien habían creído.
Hechos
15.22
22
Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la
iglesia, elegir de entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo
y Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y a Silas,
varones principales entre los hermanos;
Hechos
20.17
17
Enviando, pues, desde Mileto a Efeso, hizo llamar a los ancianos de la
iglesia.
1
Timoteo 3.1-7
1
Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2
Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una sola
mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3
no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas,
sino amable, apacible, no avaro; 4 que gobierne bien su casa,
que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad 5 (pues
el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de
Dios?); 6 no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en
la condenación del diablo. 7 También es necesario que tenga
buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en
lazo del diablo. 1
Timoteo 5.17
17
Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor,
mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
Tito
1.5-9
5
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé; 6
el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos
creyentes que no estén acusados de disolución ni de rebeldía. 7
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de
Dios; no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, no
codicioso de ganancias deshonestas, 8 sino hospedador, amante
de lo bueno, sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9
retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también
pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.
1
Timoteo 3.8-13
8
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho
vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9 que guarden el
misterio de la fe con limpia conciencia. 10 Y éstos también
sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son
irreprensibles. 11 Las mujeres asimismo sean honestas, no
calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12 Los diáconos
sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien sus hijos y sus
casas. 13 Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para
sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús. Romanos
16-1-2
1
Os recomiendo además nuestra hermana Febe, la cual es diaconisa de la
iglesia en Cencrea; 2 que la recibáis en el Señor, como es
digno de los santos, y que la ayudéis en cualquier cosa en que necesite
de vosotros; porque ella ha ayudado a muchos, y a mí mismo.
1
Corintios 12.1-31
1
No quiero, hermanos, que ignoréis acerca de los dones espirituales. 2
Sabéis que cuando erais gentiles, se os extraviaba llevándoos, como se
os llevaba, a los ídolos mudos. 3 Por tanto, os hago saber que
nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie
puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo. Romanos
12.6-8
6
De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es
dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7
o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; 8
el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el
que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría. Tito
1.5
5
Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y
establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé. Salmos
127.1
1
Si Jehová no edificare la casa, Hechos
17.23-28
23
porque pasando y mirando vuestros santuarios, hallé también un altar en
el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO. Al que vosotros
adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio. 24 El
Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del
cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, 25
ni es honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él
es quien da a todos vida y aliento y todas las cosas. 26 Y de
una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre
toda la faz de la tierra; y les ha prefijado el orden de los tiempos, y
los límites de su habitación; 27 para que busquen a Dios, si
en alguna manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está
lejos de cada uno de nosotros. 28 Porque en él vivimos, y nos
movemos, y somos; como algunos de vuestros propios poetas también han
dicho: Porque linaje suyo somos.
Lucas
12.32
32
No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el
reino. Juan
15.18-25
18
Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me ha aborrecido antes que a
vosotros. 19 Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo;
pero porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el
mundo os aborrece. 20 Acordaos de la palabra que yo os he
dicho: El siervo no es mayor que su señor. Si a mí me han perseguido,
también a vosotros os perseguirán; si han guardado mi palabra, también
guardarán la vuestra. 21 Mas todo esto os harán por causa de
mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. 22 Si yo no
hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no
tienen excusa por su pecado. 23 El que me aborrece a mí, también
a mi Padre aborrece. 24 Si yo no hubiese hecho entre ellos
obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto
y han aborrecido a mí y a mi Padre. 25 Pero esto es para que
se cumpla la palabra que está escrita en su ley: Sin causa me
aborrecieron. Juan
17.14-21
14
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo. 15 No ruego que los
quites del mundo, sino que los guardes del mal. 16 No son del
mundo, como tampoco yo soy del mundo. 17 Santifícalos en tu
verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo,
así yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico
a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.
Juan
15.26-27
26
Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu
de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí. 27
Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis estado conmigo
desde el principio.
1
Pedro 2.9-10
9
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo
adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó
de las tinieblas a su luz admirable; 10 vosotros que en otro
tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro
tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado
misericordia.
Filipenses 2.15-1615
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en
medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo; 16 asidos de la
palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda gloriarme de que
no he corrido en vano, ni en vano he trabajado. Efesios
4.12-16
12
a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, 13 hasta que todos lleguemos
a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; 14
para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo
viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean
con astucia las artimañas del error, 15 sino que siguiendo la
verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es,
Cristo, 16 de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido
entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente, según la
actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose
en amor. Romanos
11.25-26
25
Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis
arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel
endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles; 26 y luego todo Israel será salvo, como está
escrito: Efesios
5.27
27
a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Colosenses
1.22
22
en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y
sin mancha e irreprensibles delante de él;
1
Tesalonicenses 4.14-18
14
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá
Dios con Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os
decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos
quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos
quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para
recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 18
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras. Mateo
25.1-13
1
Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que
tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo. 2 Cinco de
ellas eran prudentes y cinco insensatas. 3 Las insensatas,
tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite; 4 mas las
prudentes tomaron aceite en sus vasijas, juntamente con sus lámparas. 5
Y tardándose el esposo, cabecearon todas y se durmieron. 6 Y a
la medianoche se oyó un clamor: !!Aquí viene el esposo; salid a
recibirle! 7 Entonces todas aquellas vírgenes se levantaron, y
arreglaron sus lámparas. 8 Y las insensatas dijeron a las
prudentes: Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan. 9
Mas las prudentes respondieron diciendo: Para que no nos falte a nosotras
y a vosotras, id más bien a los que venden, y comprad para vosotras
mismas. 10 Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo;
y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la
puerta. 11 Después vinieron también las otras vírgenes,
diciendo: !!Señor, señor, ábrenos! 12 Mas él, respondiendo,
dijo: De cierto os digo, que no os conozco. 13 Velad, pues,
porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de
venir. Apocalipsis 19.7-97 Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. 8 Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. 9 Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios.
Apocalipsis
3.21
21
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo
he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono.
Apocalipsis
22.3-5
3
Y no habrá más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en
ella, y sus siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su
nombre estará en sus frentes. 5 No habrá allí más noche; y
no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el
Señor los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos. 2
Pedro 1.11
11 Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesús Cristo.
2 Pedro 3:1313 Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia
Hebreos
11.10
10
porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y
constructor es Dios.
Juan
14.1-3
1
No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. 2
En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo
hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. 3 Y
si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí
mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Apocalipsis
21.1-27
1
Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera
tierra pasaron, y el mar ya no existía más. 2 Y yo Juan vi la
santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta
como una esposa ataviada para su marido. 3 Y oí una gran voz
del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y
él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con
ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos
de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni
dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Apocalipsis
22.1-5
1
Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como
cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio
de la calle de la ciudad, y a uno y otro lado del río, estaba el árbol
de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas
del árbol eran para la sanidad de las naciones. 3 Y no habrá
más maldición; y el trono de Dios y del Cordero estará en ella, y sus
siervos le servirán, 4 y verán su rostro, y su nombre estará
en sus frentes. 5 No habrá allí más noche; y no tienen
necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque Dios el Señor los
iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.
Apocalipsis
22.17-20
17
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que
tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
Bibliografía: Biblia Reina Valera 1960 |
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